miércoles, 22 de junio de 2011

LA FORMACIÓN PERMANENTE

Publicamos esta reflexión-  de 1991 -escrita por el anterior Delegado Nacional, don Cosme Robredo, fallecido el año pasado. Las ideas son muy actuales, aunque  hace referencia al anterior Reglamento (RVA). Aprovéchenlo.

“La formación, especialmente intensa y a plena dedicación durante el periodo inicial, prosigue también después de la admisión, ya que el Señor no deja de llamar nunca atraves de la evolución de las situaciones personales y ambientales”   (RVA-37,1). La formación, así vista, no es simplemente una sucesión de cursillos, ni un memorizar conocimientos expuestos en conferencias. La formación es una ascesis en la cual tiene un papel primordial la gracia de Dios. Por eso la historia de cada persona va creando circunstancias en las cuales es dado escuchar la voz de Dios, que invita a un ininterrumpido perfeccionamiento en conocimientos, en sensibilidad, en respuesta a esas nuevas circunstancias.

El Cooperador, que es el primer y principal responsable de su formación (RVA 38,1) debe responder a esta exigencia de su vocación. Cada Cooperador debe asumir la responsabilidad de su formación permanente. Cada uno vive situaciones personales muy diversas. Diversa es la profesión, la cultura, las exigencias de cada Cooperador. Cada uno debe obligarse a dar respuesta a sus necesidades. Quien descubre su ignorancia religiosa debe comprometerse a remediarla. Quien adolece de lagunas en su formación debe subsanarlas. Quien es catequista debe mejorar su didáctica y pedagogía. Quien es médico, profesor, abogado, etc., debe inspirar en criterios cristianos su moral profesional. Todos deben atender a su puesta al día en sus conocimientos de Sagrada Escritura, Teología, Moral, Espiritualidad, etc.… Para ello debe servirse de libros, de cursillos, de conferencias, de cursos por correspondencia, etc.… Cada Cooperador, debe hacerse un deber de atender a su formación permanente.

El Centro, a su vez, debe atender a las necesidades ambientales que detecte. En conformidad a ello, organizara su plan de conferencias periódicas o bien cursillos sobre la familia y sobre la sexualidad, hoy día tan controvertidos en nuestros medios. Tema de estudio de formación permanente podría ser “Familiaris Consortio” de Juan Pablo II y la “Humanae Vitae” de Pablo VI. Se podría programar algún cursillo sobre el método Billings, sobre la planificación familiar, sobre el problema demográfico. También sería interesante para contrastar ciertas campañas, tratar temas sobre masturbación, sobre el sexo recreativo, sobre la homosexualidad, el divorcio, el aborto, etc.
No debe faltar, en un plan de formación permanente, la profundización sobre la temática salesiana: Sistema Preventivo, vida de Don Bosco, Espiritualidad Salesiana y ahora el magnífico comentario de nuestro Reglamento de Cooperadores. Ahora, estamos celebrando los veinticinco años del Vaticano II. Es una gran ocasión de profundizar en algunos de los documentos del Concilio, por ejemplo: “Lumen Gentium”, “Gandium et spes”,  “Apostolicam actuositatem”, etc.…

El Consejo Local, debe detectar cuales son la necesidades principales del Centro y atender con una oportuna programación. Por ejemplo,  una actividad importante de los Cooperadores es la animación de las Eucaristías, podrían organizarse conferencias sobre la Sagrada liturgia. Si la tónica del Centro es de  irresponsabilidad, falta de compromiso se proponían preparar algunas reflexiones ya de orden psicológico (formación de la voluntad…) ya de orden espiritual (espíritu de sacrificio, de caridad, de respeto a los demás). Lo importante, es que el Centro local y su consejo reflexiones sobre las necesidades formativas de los cooperadores y organicen y programen convenientemente la formación permanente.

                                                     P.  COSME  ROBREDO

viernes, 3 de junio de 2011

CONGRESO DE SALESIANIDAD: DON RUA

Hace 100 años murió el primer sucesor de Don Bosco: el beato Miguel Rua. Fue el más cercano colaborador y confidente del Santo de los Jóvenes y, por derecho propio, lo sucedió en la animación de la Familia Salesiana y en la custodia del carisma salesiano.

Para honrarlo y aprender de su experiencia aplicada al hoy, se organiza el Congreso de Salesianidad que se llevará  acabo del 10 al 12 de Junio. No faltar.