Antes de ser ordenado sacerdote en 1841, Don Bosco- siguiendo las costumbres de la época -tuvo que elegir a un santo como modelo para su nueva vida... y pensó en San Francisco de Sales (1567 - 1622), obispo de Ginebra y Doctor de la Iglesia (= notable maestro de la fe). De San Francisco de Sales admiraba la amabilidad, la naturalidad, la fe expresada con sencillez, su talento para comunicar (Francisco de Sales es el patrón de los periodistas) y el poner la santidad al alcance de todos. Por estas razones que lo inspiraban, Don Bosco llamó a sus hijos SALESianos.
Hace muy poco, el Papa Benedicto habló sobre el santo de Ginebra, alabándolo como modelo de obispo y de promotor ("Revolucionó", dijo el Papa) del apostolado de los laicos:
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